Antes se tenía la idea que cuando un paciente tenía un dolor lumbar se recomendaba reposo absoluto como parte del tratamiento. Ahora esto ha cambiado ya que el reposo absoluto puede llegar a ser contraproducente y hacer que la zona dañada o lesionada se atrofie, dificultando o alargando la recuperación del paciente. El ejercicio no sólo ayuda sino que es clave para mejorar la recuperación de pacientes con dolor lumbar, resulta esencial a medio y largo plazo, incluso para contribuir a que la mejoría se mantenga, además ha demostrado tener un efecto preventivo. Aunque es importante tener en cuenta que: 1.El ejercicio debe ser mínimo tres veces por semana/ 30 min, se va incrementado progresivamente hasta que pueda ser diario/ 60 min 2. Entrenar grupos musculares distintos a días alterno, combinándolos con ejercicios cardiovasculares de bajo impacto y flexibilidad 3. Hacer énfasis en Higiene Postural
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