Las articulaciones facetarias permiten el movimiento en la columna y protegen las estructuras espinales, como los discos y la médula espinal. Soportan una gran cantidad de estrés y peso, lo que las hace vulnerables a la degeneración y las lesiones. El dolor originado por inflamación de las facetas puede ser inicialmente agudo y volverse crónico con el tiempo. Entre el 15% al 45% del dolor lumbar se origina en las facetas lumbares. Estas articulaciones pueden volverse dolorosas por: 1. Participar regularmente en malas posturas y mecánicas corporales sin soporte 2. Degeneración relacionada con la edad del disco intervertebral y otros tejidos de soporte de la columna vertebral 3. Trauma repentino y agudo, como un accidente, una caída o una lesión relacionada con el deporte. 4. Lesión crónica de espalda baja debido al uso excesivo repetitivo o microtrauma en las facetas
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