Durante el embarazo ocurren una serie de cambios biomecánicos y hormonales que generan una necesidad de ajustes posturales y corporales especialmente a lo largo de la columna y la pelvis, que tienen como consecuencia un mayor número de molestias y zonas con dolor como el de espalda. Como consecuencia de esos cambios y el propio proceso de gestación, se producen los signos y síntomas: - Aumenta el dolor de espalda. - Disminuye el equilibrio tanto dinámico como estático, incrementando el los movimientos observados en el centro de presiones. - Disminuye la movilidad del tronco. - Disminuye la velocidad de la marcha y la longitud del paso. - Aumenta el riesgo de caídas.
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