El estrés es uno de los factores que aumenta el riesgo de padecer de dolor de espalda. El sistema nervioso se altera facilitando la contracción muscular y alterando la coordinación de los distintos grupos musculares. En condiciones normales, los abdominales y la musculatura paravertebral se coordinan entre si para mantener una postura o conservar el equilibrio durante el movimiento. Realizar ejercicio físico frecuentemente nos ayuda a liberar el estrés.
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