Comúnmente se ha considerado que para tratar un dolor de espalda agudo la cirugía es la solución, pero esta a veces no es efectiva en la mejora del dolor o provoca tan sólo una mejoría temporal de los síntomas. Esto se conoce como síndrome de cirugía de espalda fallida y desafortunadamente esto ocurre demasiado a menudo. Un buen resultado quirúrgico depende de un diagnóstico preciso de la causa del dolor. De hecho, un diagnóstico erróneo es uno de los principales factores que conducen al síndrome de cirugía de espalda fallida. Una vez la cirugía ha fracasado, la terapia física adecuada resulta ser la mejor opción para la gestión del dolor y los síntomas. Esta depende de la causa del dolor, la probabilidad de que el tratamiento tenga éxito y los riesgos asociados al mismo.
Anuncio Publicitario Google
Anuncio Publicitario Google