La exposición al humo del cigarrillo promueve la degeneración de los discos vertebrales, los hace más propensos a sufrir una rápida deshidratación, por lo que se vuelven más frágiles y vulnerables a una rotura. Los fumadores tienen una desmineralización ósea acelerada, lo cual es un factor de riesgo para padecer osteoporosis, fracturas vertebrales, deformaciones articulares independientemente del estilo de vida y factores genéticos. Debido a la nicotina, se reduce el suministro de oxígeno y nutrientes deteriorando ostensiblemente los discos de la columna y aumentando el riesgo de padecer osteoporosis. El cigarrillo influye negativamente sobre la microcirculación de los discos de la columna vertebral y origina cambios degenerativos en su matriz, dada la influencia sobre la circulación periférica.
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