Por muy cómodo que resulten ciertos sofás y aunque sigamos pecando en forma de siestas sobre ellos, es importante saber que dormir en ellos no va a traer buenas consecuencias en tu salud. Las zonas más perjudicadas a la hora de dormir en el sofá son el cuello, la espalda (nuestra columna pierde su línea natural) y la cabeza. Dormir de forma diaria en tu sofá no te va a reportar un descanso prolongado y continuado, esto arrastra problemas físicos, emocionales y sobre todo cansancio reconvertido en mal rendimiento. Cuando duermes en el sofá favoreces a la aparición de malas posturas, que acaban desencadenando dolores cervicales y lumbares. Además de las molestias físicas relatadas en el punto anterior, dormir sistemáticamente en el sofá puede repercutir en la aparición de hernias.
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