El suministro de nutrientes al nervio ciático se facilita a través de un extenso sistema de vasos sanguíneos, que contribuyen a la función del nervio. Una interrupción del flujo sanguíneo a este nervio puede causar dolor y disfunción. El nervio ciático y sus ramas reciben su riego sanguíneo de las dos fuentes siguientes: - El sistema extrínseco, que consiste en las aportaciones de las arterias y venas cercanas. - El sistema intrínseco, que incluye arterias y venas que discurren a lo largo del nervio y están incrustadas profundamente en una vaina de tejido conjuntivo que envuelve el nervio (epineurio).
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