Los vicios posturales representan un desequilibrio del sistema musco-esquelético que produce un mayor gasto de energía del cuerpo, ya sea cuando éste se encuentra en actividad o en reposo, provocando cansancio y/o dolor. En el caso del cuello pueden derivar en la cervicalgia cuyos síntomas más comunes son la parestesias (hormigueos), debilidad, pérdida de movilidad, dolor de cabeza, mareos, alteraciones del equilibrio, disfagia (dificultad para tragar), tortícolis y dolor agudo por espasmo muscular.
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