Es importante aprender y contemplar en la vida diaria unas normas de higiene postural para que la espalda soporte la menor carga posible. Estas pautas, que deberían ser aprendidas desde la infancia, ayudan a reducir dolores y a conseguir un equilibrio corporal de larga duración. Llevar a cabo todos estos esfuerzos de la forma más adecuada, no sólo previene el riesgo de sufrir dolor en la espalda, sino que mejora la autonomía de quienes ya lo padecen. Una posición corporal correcta ayuda a mantener la elasticidad, la tonificación, la tensión muscular y la coordinación de los músculos de la espalda. Fuente Salud.com
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