Cuando se trata de dormir, tendemos a pensar que cualquier posición que nos resulte más cómoda es la mejor para nosotros. 1. Te tuerce el cuello de forma poco natural Dormir boca abajo requerirá que gires el cuello hacia ambos lados, lo que puede bloquear las vértebras en una posición poco natural. Con el tiempo, esto puede provocar la pérdida de la curva natural del cuello, lo que puede pellizcar los nervios, reducir el espacio discal y provocar dolores de cabeza o migrañas. 2. Aplana la curva de la parte baja de la espalda Debido a que la mayor parte del peso se centra en el área del abdomen, esto puede hacer que la parte inferior del cuerpo se hunda en el colchón, desalineando la columna vertebral que a largo plazo causan una presión indebida en las vértebras y las articulaciones y pueden provocar cambios degenerativos en el espacio discal entre las vértebras.
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