Cuando se presenta una lumbalgia, es muy común pensar que hay aplicar automáticamente un reposo absoluto, lo cual puede ser una acción contraindicada, pues prolonga el estado de lumbalgia y la incapacidad laboral. La mejor recomendación es mantener el mayor grado de actividad física que el dolor permita. En el caso de ser necesario reposo en cama, éste debe ser lo más breve posible y durar un máximo de dos días. Pues se estima que cada día de reposo en cama conlleva una pérdida del 2% de la fuerza muscular. El ejercicio se encuentra entre los tratamientos más prescritos para los pacientes con lumbalgia crónica. Ya que permite acelerar la recuperación, favoreciendo así el retorno a la vida diaria y laboral. Además, se han demostrado mayores beneficios cuanto mayor sea la duración del programa de ejercicio, siempre que sea supervisado por un profesional de la salud. La inactividad física genera pérdida de coordinación y potencia muscular y posteriormente, atrofia; en los casos
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